LUBRICACION DE LA MAQUINA

¿Con qué frecuencia debemos lubricar las máquinas de coser?

Las máquinas de coser, como cualquier otro aparato, poseen un mecanismo interno que debe funcionar con exactitud para permitirnos hacer bien nuestro trabajo. Este mecanismo consta de muchas piezas, que deben moverse entre sí simultáneamente. Es decir que entre ellas hay contacto permanente, que con el exceso de trabajo deviene en desgaste, pues el roce entre ellas (generalmente piezas metálicas) produce calor y en algunos casos, puede producir que se deformen o se rompan.

Por eso, se recomienda lubricar la máquina de coser con periodicidad. No hay que esperar al servicio técnico, esto es algo que nosotras mismas podemos (y debemos) hacer. El lubricante es un fluido (llamado comúnmente “aceite”) que al distribuirse en las piezas vitales de la máquina (bobina, ejes, etc.) forma una capa que las protege del contacto entre sí. La diferencia entre una máquina lubricada y una que no, es notoria. La primera coserá a nuestro gusto, suave y rápido, mientras que la segunda se esforzará en exceso, y la sentiremos lenta y pesada. No necesito decir el daño que le haríamos si continuáramos cosiendo.

En pocas palabras, las veces que debamos lubricar nuestra máquina de coser dependerá estrictamente del uso que le demos. Si tenemos una máquina que usamos poco, para coser una que otra cosita, con lubricarla una vez al mes será suficiente. Pero si nos dedicamos a la costura como trabajo y cosemos todos los días, muchas horas, la cosa cambia. La lubricación en este caso debe ser semanal, pues al coser mucho hacemos que las piezas internas se desgasten mucho más. Por eso es que a las usuarias que necesitan coser en máquina por trabajo se les recomienda elegir un modelo que tenga lubricación automática (en su mayoría máquinas industriales). Esto significa que la máquina tiene un depósito de lubricante, y lo único que hay que hacer es mantenerlo lleno. A través de un dispositivo operado por aire comprimido, el lubricante fluye por la máquina cada vez que se cose. Así la protección de los mecanismos internos de la máquina está asegurada. Pero usar una máquina casera y trabajar con ella no es malo, lo que sí es importante es tomar conciencia de que va a necesitar más cuidados.

Es recomendable usar el lubricante especificado en el manual de usuaria. En dicho manual generalmente se indican los puntos vitales donde se debe colocar el lubricante. Si nuestra máquina es muy antigua y el manual ha desaparecido, siempre es posible intentar buscarlo, según el modelo, por la red, o contactarse con otras usuarias que posean la misma máquina (¡por eso es tan importante que existan sitios web como éste!!). Tenemos que aprender a resolver nosotras mismas los problemas de nuestras máquinas antes de llamar al servicio técnico, esto nos ahorrará tiempo y dinero.

Seamstress


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